Mitos y verdades

La bisexualidad es la atracción por ambos sexos, que puede aparecer en la misma pubertad y adolescencia. (Definición del Colegio Americano de Obstetras Ginecólogos)

Un grupo de científicos analizó durante 10 años la conducta de 79 mujeres que se catalogaron como lesbianas, bisexuales o sin elección específica. 

Te presentamos a continuación los mitos que se derribaron y las verdades que quedaron en pie.

Mito: La bisexualidad es una elección pasajera.

Verdad: La investigación determinó, y esta es la conclusión más importante, que la bisexualidad no es una etapa de transición o pasajera sino que las mujeres que optaron por esta condición sexual la sostienen a lo largo de los años.

Mito: Las mujeres bisexuales en el fondo son lesbianas.

Verdad: No es así. Tampoco son heterosexuales. Son bisexuales o se identifican como personas sin elección sexual específica. El estudio vio incluso que las mujeres no se identificaron como lesbianas o heterosexuales a lo largo del tiempo.

Mito: Los bisexuales no pueden ser monógamos.

Verdad: Completamente falso. En el plazo de 10 años la mayoría de las mujeres estaban involucradas en relaciones de más de 1 año. Y eran monógamas con sus parejas. Ya fueran mujeres o varones.

Mito: Las lesbianas son sólo lesbianas.

Verdad: El estudio descubrió que las mujeres que se autodenominan como lesbianas tienen más flexibilidad en sus elecciones sexuales. Incluso, en la última ronda de preguntas, el 15 por ciento de las que se denominaban lesbianas confesaron que tuvieron contacto con un hombre durante los últimos dos años.

Mito: Las heterosexuales incursionan más en experiencias con lesbianas.

Verdad: No. Las mujeres que se definían como heterosexuales no tenían tanto contacto con su sexo par. Incluso ninguna tuvo relación lésbica en los últimos dos años.

Mito: La bisexualidad no es una orientación sexual. 

Verdad: El estudio apoya la bisexualidad como una orientación sexual específica. Más a la luz de estos descubrimientos. Y refuta que la bisexualidad sea una etapa de transición.

“Esto proporciona un mayor apoyo a la idea de que la sexualidad femenina es fluida y que la distinción entre las mujeres lesbianas y bisexuales no es tan rígida”, se aclara en la publicación del estudio.

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