Chavela Vargas, Frida Kahlo y el Amor



La mexicana Chavela Vargas fue la primera mujer en ponerse los pantalones en su país a lo "mero mero macho", y en declarar públicamente que no le gustaban los hombres.
Vivió en casa de Diego Rivera y Frida Kahlo, antes de la muerte de Frida en el 54. "Vivo para Diego y para ti. Nada más", decía Frida Kahlo a Chavela Vargas en una carta que nunca llegó al público, pero que revela la devoción que sentían una por la otra.
Por su parte, Chavela tiene para la pintora mexicana lo mejor de sus palabras. Y eso es mucho decir, porque palabras de calidad le sobran a la Chavela.
He aquí algunas de ellas:
"Yo amaba a la mujer, no a la artista".
"Me unió a Frida la manera de pensar, y de ser..."
"Frida esparcía ternura como flores, sí, como flores. Una gran ternura, una ternura infinita".
"Yo hablaba con Frida, la mujer a la que amaba".
"Pensábamos las mismas cosas y queríamos que el mundo fuera como nosotras lo soñábamos. Ella era fuerte, yo era fuerte. Parecía un potranca también, como yo, una yegua, de las que cuesta domar, de las que nunca se doman. Ella estaba postrada en la cama, o en la silla, pero no me refiero a eso: digo que su pensamiento no se podía doblegar".
Luego de tanta ternura ningún prejuicio podría catalogar esta relación como anormal. Si dos personas como ellas se encuentran, no importa dónde, sólo una cosa puede ser normal, y es que se amen como se amaron. Lo anormal hubiera sido la inexistencia de ese amor. Es claro, sólo alguien que ha amado mucho y de verdad puede despedirse de esta manera: ¿Adiós? Noo, nunca se dice adiós. Se dice: Te amo.

El amor que sentían una por la otra, inspiró a Joaquin Sabina, quien compuso unas de sus canciones más lindas: "Por el bulevard de los sueños rotos", que a continuación puedes escuchar:



Por Patricia Tobares

Comentarios

  1. Hola Tobares!
    La verdad desconocía esta relación...
    Definitivamente, lo anormal es que no exista el amor.
    Tus últimas palabras me hacieron pensar en una frase de Simone De Beauvoir: "En sí, la homosexualidad está tan limitada como la heterosexualidad: lo ideal sería ser capaz de amar a una mujer o a un hombre, a cualquier ser humano, sin sentir miedo, inhibición u obligación."


    Te dejo un beso!

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